Los huertos orgánicos constituyen una alternativa viable y sustentable para tener vegetales y frutas libres de contaminantes, bajo costo y nutritivos para nuestra alimentación diaria y variada en todo el año.
Es favorable su implementación ya que los pesticidas y fertilizantes son la principal causa de contaminación del agua, emisiones de gases a la atmósfera y pérdida de biodiversidad.
Es un tipo de cultivo que se basa en la fertilidad del suelos y diversidad de especies, que busca convertir plantas sanas en alimentos saludables. Para conseguir el suelo fértil se utilizan varias técnicas como:
- La del mantillo que consiste en hacer una cubierta de pasto y hojas secas sobre la tierra para proteger las raíces del calor, frío, sequía y mantener los frutos limpios.
- La siembra por asociación que se realiza colocando plantas de diferentes tamaños a conveniencia obteniendo beneficios para una o ambas plantas a través de la absorción de nutrientes, control de plagas, prevención de enfermedades, entre otras.
- La rotación de cultivos que pretende variar el cultivo es decir no sembrar la misma especie en el mismo lugar reduce la incidencia de plagas y enfermedades, mantiene un control de malas hierbas y proporciona una distribución adecuada de nutrientes en el perfil del suelo.
Los huertos orgánicos presentan múltiples beneficios, entre ellos:
- Para la salud, garantiza el acceso a alimentos saludables. Además, las personas que participan en esta actividad realizan actividad física combatiendo el sedentarismo y el estrés, dando la oportunidad de conectarse con la naturaleza.
- En el aspecto social, permite ayudar en la educación e integración de los miembros de la familia.
- En lo económico, estimula el desarrollo económico local, aliviando el presupuesto familiar.
- En lo ecológico, permite gestionar el agua lluvia, crea suelo sustentable para aumentar la absorción. Al aumentar la masa verde urbana equilibra la temperatura, aumenta el oxígeno y mitiga la contaminación ambiental.