Estudios importantes determinan que hay cinco materiales nuevos que protagonizarán los próximos años y son: el grafeno, los metamateriales, la tela de araña, el estaneno y el SHILK.
El shrilk es un nuevo material sintetizado por investigadores de la Universidad de Harvard, enfocados en la carrera para reducir el consumo de plástico, cuya propuesta ha desarrollado éste nuevo material a base de quitosano, un producto natural abundante en el mundo segundo tan sólo después de la celulosa; y fibroína, una proteína de la seda.
“La piel de un insecto está hecha de quitosano, proteínas y, en la parte más externa, hay una capa similar a la cera resistente al agua. El quitosano y la fibroína se combinan para dotar al esqueleto de rigidez (alas) o elasticidad (articulaciones)”, explica el científico. Las características a destacar es la dureza que duplica a la del plástico, es biodegradable y biocompatible. Sin olvidarnos que resultaría barato pues se puede obtener de cabezas y caparazones de camarones mismos que la industria pesquera desecha directo a la basura.
A pesar que el quitosano se descubrió en el siglo XIX y principios del XX, su desarrollo se vio frenado por la introducción del plástico que se lo ha calificado como “el material del siglo XX”; luego de muchos años se recuperó los estudios usando como lo hace la naturaleza y de acuerdo con el medio ambiente. El científico afirma que un pocos años la producción de quitosano podría ser a gran escala.
El shrilk es similar en resistencia y dureza a una aleación de aluminio, pero con sólo la mitad de su peso, fácil de moldear en formas complejas. Pretende jubilar al plástico y abrir nuevas vías en la investigación para aplicaciones en la medicina, industria, impresión 3D y también en usos comunes como fundas de basura, envases y pañales.
Fuentes:
El País, https://elpais.com/elpais/2015/02/23/ciencia/1424688205_859060.html
Weblog de la Universidad Politécnica de Madrid, https://www.upm.es/e-politecnica/?p=4331